Discernimiento
Dr. Pablo Korovsky
Cuanto inciden los grandes laboratorios
multinacionales en la política oficial de la medicina es una pregunta frecuente,
casi contestada.
Muchos remedios son antiguos y valiosos
recursos de la medicina, mientras otros son parte de complejas estrategias de
mercado.
Resulta así difícil separar la paja del trigo
y con frecuencia reconocemos una posición ambigua al respecto ya que el paquete
viene con todo incluido.
La medicina tiene indudablemente fuertes
conexiones con el dinero.
Con frecuencia son los mismos capitales
quienes invierten en agroquímicos, la industria de los alimentos y los
laboratorios farmacéuticos.
Muchos riesgos sanitarios y patologías
provienen del uso indiscriminado de agroquímicos, que a la vez requieren de
fármacos que estas mismas empresas producen.
Queda así el círculo económico cerrado. La
cadena del progreso para algunos, semillas, alimento y medicamentos.
Es curioso como algunos gremios médicos se
apoyan en consignas de izquierda, pero suman sus votos a las empresas que
sostienen el capitalismo más radical. Las políticas sanitarias, aún de estados
de gobiernos de izquierda, también hacen lo mismo. Parece algo contradictorio,
pero así somos los seres humanos, miasmáticos, entre alianzas financieras,
conveniencias personales, lobbies de todo tipo, en fin, todo muy científico.
Quizás tengamos que afinar nuestro
discernimiento.